- El cargo que Elías desempeñó proporciona una clave importante para comprender los tiempos en que vivió y el carácter de su misión. Fue un profeta, de hecho uno de los más notables pertenecientes a ese orden divino. Ahora bien, hay una diferencia real y marcada entre un siervo de Dios y un Profeta de Dios, pues aunque todos sus Profetas son siervos, no todos sus siervos son Profetas. La profecía siempre presupone el fracaso y el pecado. Dios sólo envió a uno de Sus Profetas en una época de marcada decadencia y alejamiento del pueblo de Él. Como esto no es generalmente conocido, nos proponemos trabajar el punto y proporcionar pruebas bíblicas de nuestra afirmación. "Tenemos también una palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una luz que brilla en lugar oscuro" (2 Pedro 1:19): esto expresa el principio general.
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