"¡Gracias, Dios, por esta silla!" No son las palabras que se esperarían de una mujer que ha pasado 40 años tetrapléjica tras un trágico accidente de buceo a los 17. Pero es la perspectiva de una mujer que ha sufrido pérdidas desgarradoras... y logros incomparables. Entre estos logros, destacan la comprensión que ha adquirido de la sabiduría y la naturaleza de Dios, aprendida y refinada a través de épocas de dificultad y prueba. En cierto sentido, esa sabiduría le costó a Joni todo lo que tenía: sus esperanzas, sus sueños, su independencia, su salud, su libertad y su movilidad.