El autor describe y denuncia en las páginas de este libro, con un realismo crudo, pero no por ello menos real, los múltiples juegos sucios a los que juegan algunos cristianos. A su vez, muestra cómo Dios trabaja en nuestra vida para ayudarnos a superar nuestra inmadurez, mediocridad y esclavitud, aunque a veces tenga que disciplinarnos para conseguirlo...