- Este libro desafía la extendida suposición cristiana de que desde que Jesús vino a la tierra, los judíos ya no son especiales para Dios como pueblo, y la tierra de Israel ya no es teológicamente significativa. El libro presenta el viaje del autor de pensar esas cosas al descubrimiento de que los autores del Nuevo Testamento creían lo contrario de ambos. También muestra que, contrariamente a lo que muchos cristianos creen, la Iglesia no es el nuevo Israel, y tanto la gente como la tierra de Israel son importantes para Dios y para el futuro de la redención.
- Tapa Flexible