- En 1987, una bomba del Ejército Republicano Irlandés enterró a Gordon Wilson y a su hija de veintiún años bajo metro y medio de escombros. Sólo Gordon sobrevivió. Y perdonó. De los que pusieron la bomba, dijo: "He perdido a mi hija, pero no les guardo rencor...Esta noche, y todas las noches voy a orar para que Dios los perdone." Sus palabras captaron la atención de los medios de información, y en el dolor de un hombre, el mundo pudo captar un destello de la gracia.
- Tapa Suave