- En su libro El evangelio de los andrajosos, Brennan Manning nos recuerda que esta manera de pensar está muy lejos de la verdad. Nosotros venimos a Dios mugrientos, sucios y abatidos, pero Dios nos hace sentar a sus pies, nos sonríe y nos hace enternder que somos su especial tesoro y que su amor incondicional arde por nosotros constantemente.
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