- Es común hallar biografías en las que el presidente aparece como un librepensador, un descreído o incluso un ateo. De nuevo, la realidad histórica resulta muy diferente. Hace más de una década Cesar Vidal comenzó a estudiar en profundidad las fuentes históricas relacionadas con la vida y el pensamiento de Abraham Lincoln. En contra de lo repetido hasta la saciedad, Lincoln fue un hombre de fe, que oraba habitualmente, que leía y conocía la Biblia en profundidad y que buscaba la dirección de Dios para su vida.
- Tapa Dura