Un reto para la iglesia evangélica de hoy, en particular para las iglesias reformadas, es que demos el lugar debido a la Cena del Señor que nos señala el Señor Jesucristo.
Desde la noche en que Jesús instituyó la Cena del Señor, este sacramento ha jugado un rol central en la fe y la práctica de la Iglesia. Por eso es curioso que tantos creyentes no valoran la Cena del Señor.
Dice el autor: "Los creyentes no la observan tan importante y luego le asignan poco sentido. Ignoran mayormente la teología inculcada en y sacada de este sacramento. Les hace falta la seguridad espiritual y no buscan la gracia derivadas de la Cena del Señor. ¡Qué sorprendente!"